La clase

 En esta película podemos comprobar que no es una película con un argumento y un desenlace feliz como ya se está acostumbrado, por ello, no es recomendable para las personas que no les interese la educación, pero a la gente que si le interesa, es una película muy real y muy cercana, donde observamos que esa situación ya sucede en la mayoría de nuestras aulas, en algunas de ellas con situaciones más difíciles de llevar y con niños más problemáticos.

 La película muestra una síntesis de un curso en la vida de un instituto de un barrio marginal parisino donde pueden observarse los retos culturales, la difícil pero ineludible mezcla de culturas y razas en las aulas y los problemas que conllevan. Pero, al mismo tiempo, esos chicos y su profesor pasan por una serie de desafíos y oportunidades la emotiva y difícil relación entre profesor y el estudiante adolescente, los prejuicios raciales, la convivencia alterada, dominio, liderazgos, autoridad, la diversidad, el trato personal y colectivo, la relativa colaboración de los padres, las divergencias entre profesores, la dificultad de la participación de los alumnos delegados en las sesiones de evaluación, el derrotismo de algún profesor, el cotilleo... todos estos problemas hacen de esta película muy real a lo que ya se está viviendo en nuestras aulas en el día a día.

 Hay alumnos difíciles, problemáticos y sin ganas de aprender, pero aun así el profesor no se da por vencido y explica y pone interés en que esos alumnos aprendan algo cada día, aunque también se da en la clase la situación contraria, alumnos que si quieren aprender y ponen interés por todo lo que se hace en la clase. Por esto, creo que en las clases se suele generalizar de si es buena o mala y no debe ser así, se deben tratar a los alumnos individualmente aunque esto sea difícil por no decir imposible.

 La película  recoge el conflicto entre profesor y alumnos porque los trata como iguales. La ironía y llamar a las cosas por su nombre del profesor es una forma de reconocer que los alumnos merecen ser tratados como iguales. Al provocarles les permite pensar. El profesor se atreve a ponerse en entredicho y a cometer errores con tal de enseñar a sus alumnos. Es una persona real, verosímil. Por eso lo encontramos cercano y entrañable.

 La clase compuesta por muchachos de diferentes razas y culturas, no tiene intenciones pedagógicas y sí intenta mirar de un modo crítico a la sociedad, que hace difícil la integración a los recién llegados. La escuela los integra pero también es, qué duda cabe, un lugar excluyente y discriminatorio, un microcosmos del mundo que les rodea. Aunque son los alumnos los que también tienen que hacer lo posible por integrarse en la nueva sociedad.

 Aunque el final de La clase también es duro y pesimista, hay algo que te dice, que se puede esperar mucho de estas nuevas generaciones tan controvertidas.